jueves, 11 de abril de 2013

La PDI y la Educación Especial





Antes de comenzar hablando sobre la relación de la PDI y la Educación Especial, es necesario conocer qué es la PDI.
La PDI es un sistema tecnológico, generalmente integrado por un ordenador, un videoproyector y un dispositivo de control de puntero, que permite proyectar en una superficie interactiva contenidos digitales en un formato idóneo para visualización en grupo. Se puede interactuar directamente sobre la superficie de proyección.
 Se conoce que hay alumnos en educación especial que no pueden manejar el ordenador ya que presentan dificultades en orientación espacial; una insuficiente coordinación manual; una inmadurez para comprender el movimiento del cursor en la pantalla; o deficiencias motoras que dificultan el manejo del ratón. Pero a pesar de ello, la PDI supone para ellos una herramienta de accesibilidad que le va a permitir acceder a actividades y dinámicas de trabajo hasta ahora vedadas, lo que favorecerá y enriquecerá el proceso de enseñanza aprendizaje.

La PDI se puede adaptar a las distintas capacidades que se pueden presentar en el aula. A continuación, expongo varios casos y cómo adecuar la pizarra tecnológica a las características y necesidades individuales de cada niño.
  • Discapacidad visual: la imagen aumentada que se presenta hace que la visión  sea mejor que la de un ordenador. Se pueden usar lupas, focos adecuados y calibrar adecuadamente la pantalla para adecuar los contrastes de colores. Además, el teclado táctil en la propia pantalla, facilita el uso de la misma.
  • Discapacidad auditiva:  la pizarra incorpora altavoces, lo que atrae la atención de los niños pero en este caso, el hecho de incorporar sonido es favorable cuando en el aula se encuentra un alumno con hipoacusia o discapacidades auditivas leves. Para estos, se puede amplificar el volumen.
  • Discapacidad motórica: en este caso sólo lo pueden usar si incluyen sistemas de alzada y bajada. Lo recomendable es contar con tabletas portátiles si en el aula hay estos casos ya que así le permite emplear la nueva tecnología y progresar en su ámbito de autonomía persona.
  • Discapacidad mental: se usa como instrumento de comunicación e información y el tamaño de la ventana hace que se puede llevar a cabo correctamente el aprendizaje ya que les perfecto para trabajar las emociones y sentimientos. Además, ayuda para fortalecer las acciones de respuesta ante diversos estímulos y se trabaja la motricidad tanto fina como gruesa y la  multisensorialidad.
  • Autismo: adaptación por medio del uso de pictogramas, si es que el niño se comunica de esta manera, y si usa un sistema de signos, habrá que introducir en el ordenador los símbolos que emplee.

En definitiva, se puede observar como la PDI permite el acceso a las personas con discapacidad para que puedan aprender de una manera más lúdica y motivadora. También, este uso de las nuevas tecnologías, permite que los alumnos que presentan necesidades educativas especiales puedan acceder a los nuevos medios como cualquier otro niño, pero sobre todo, abre las puertas hacia la inclusión de los alumnos en las aulas ordinarias.


Fuente: www.ticyeducacion.com

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